Lo complejo toma en cuenta a todo el conjunto, el conocimiento se queda con lo cierto, clarifica y elimina todo lo que no de seguridad, es unilateral, por eso es ciego.
La ciencia al llegar al átomo vio que nada tenía un orden, sino que pasaban muchas cosas en la microfísica.
El cosmos no es una maquina perfecta, sino un proceso en vías de desintegración y, al mismo tiempo, de organización.
La dificultad del pensamiento complejo es que debe afrontar lo entramado, la solidaridad de los fenómenos entre sí, la bruma, la contradicción. Como nuevo paradigma con algunos principios actuales, pero no desarticulado, sino transdiciplinar. (Morín, 1994, p.32)
El paradigma de complejidad
No hace falta creer que la cuestión de la complejidad se plantea solamente hoy en día, a partir de nuevos desarrollos científicos. Hace falta ver la complejidad allí donde al parecer esta, por lo general ausente, como por ejemplo, en la vida cotidiana.
La sociedad es compleja por los individuos que la integran. La visión de la ciencia del siglo XIX, tiene la visión del universo perfecto, como una maquina determinista perfecta que se basta a sí misma.